HILOZOIZMO, LAS EXPRESIONES DEL ALMA CÓSMICA.
Éramos como niños jugando con
piedras, pedazos de madera y objetos de metal y plástico. Nos maravillábamos
con los sonidos que producíamos. Éramos incansables.
Pese a nuestra corta edad, entre
15 y 16 años, ya escuchábamos mucha música de rock; el elemental, el
progresivo, cosas de jazz rock y música contemporánea diversa.
Programas de la radio, algunos Lp´s asequibles en la época,
revistas musicales locales especializadas que devorábamos con fruición, algunos
ídolos – escaso el panorama pero suficiente- del escenario de rock mexicano.
Todo ello constituyó el caldo de cultivo para ese magma que bullía en nuestras
cabezas.
Creemos que no hay coincidencias
y, así, nuestras historias de niños,
ahora adolescentes, convergieron en un solo punto, en el Colegio de
Bachilleres, allá al norte de la Ciudad de México.
Era el año de 1976, y bastaron
pocas charlas para que Arturo Romo, Miguel Ángel Pérez y Víctor Gómez, formularan pasar del punto de coincidencia a
una geometría de mayor energía: se creó un triángulo, una agrupación.
Tal vez el ensoñarnos en una
banda de rock fue lo que propició que nos reuniéramos a ensayar muchas horas
cada semana, las luces se apagaban en el escenario y el rito comenzaba ante una
audiencia invisible. El arsenal de objetos fue creciendo, y hacíamos gala de
todo tipo de recursos para generar sonidos. El sonido era ya una obsesión.
En algún momento ocurrió un hecho
sorprendente; los sonidos y ruidos diversos que generábamos enmudecieron y lo
que ocurrió a continuación nos conmocionó…el silencio se prolongó, se prolongó
y finalmente algo sucedió: ¡la piedra
habló! ; enseguida, como si todos los objetos, percutidos, soplados o
frotados cobraron vida y comenzaron a
hablar, ¡ todos ellos se manifestaron!, ¡realmente estábamos asombrados!.
Por esas fechas, como una
revelación, en las clases de Filosofía del colegio, Miguel quedó fascinado con
un tema, el del Hilozoísmo, esa escuela de pensamiento de los antiguos
filósofos que afirman que todo lo que nos rodea, tiene vida propia; las
piedras, las montañas, el bosque, la madera, el viento, etc.
El Alma Cósmica se encuentra
presente en todo y en el todo; es el ánima que penetra en cada cosa y le otorga
vida. Cuando fue expuesto este concepto a Arturo y Víctor no se dudó en tomarse
como nombre de la agrupación pues a final de cuentas, a estas alturas ya
estábamos imbuidos en estos objetos vivientes. Hilozoizmo, escrito así con una
segunda Z, con un cambio ortográfico deliberado. Había nacido una identidad
para nuestra expresión sonora.
Es de recordarse que siempre nos
encontrábamos explorando nuevos sonidos, y en ellos encontrábamos la voz
viviente del objeto frotado, vibrado, soplado. Nos hacíamos uno con el objeto accionado.
El laboratorio alquímico generalmente era la casa de Arturo, por lo cual
siempre hurgaba en la alacena, cocina, o habitaciones de su familia, para encontrar
algo como recurso sonoro. Con cariño recordamos a Doña Asunción, madre de
Arturo, con toda su paciencia, comprensión y facilidades otorgadas; baste
recordar que disponíamos de ollas y trastes para ser utilizados, o, también en el arrastre de sillas. Apreciamos enormemente
la tolerancia y dulzura de la señora.
Es difícil precisar
inclinaciones, pero en esas épocas Víctor siempre mostró predilección por los
alientos; cornetitas, silbatos, globos, etc. En tanto, Arturo gustaba de frotar
plásticos, superficies, láminas, etc., y
Miguel optaba por percutir cajas de cartón, envases de plástico y
fierros diversos. El tiempo nos hizo diversificarnos.
Los objetos seguían hablando.
En un principio, y por una corta
temporada, Marino Pérez el hermano de Miguel, participó como especie de
ingeniero de sonido utilizando dos o tres grabadoras de cassette para realizar
overdubs, generar ecos, etc. De hecho existe un proyecto audiovisual llamado
Viaje a la Humanidad, realizado con fines académicos pero que, a la postre
resultó ser una obra del grupo. En dicho trabajo, la colaboración de Marino fue
determinante. Ese trabajo escolar, pese a ser para una acreditación de Miguel,
resultó ser rubricada por Hilozoizmo.
Hubo saltos cuánticos en este
proceso como cuando Víctor llevó un radio de onda corta a los ensayos, era
impresionante lo que se logró con ello. Tiempo después Arturo logró un
descubrimiento maravilloso colocando un televisor portátil junto al radio de
onda corta, generando una interferencia sonora increíble. Era impresionante ya
para estas alturas, la mezcla de sonidos acústicos con estos elementos
eléctricos.
Nuestras voces, guturizaciones
primigenias también fueron un agregado sobresaliente.
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Hilozoizmo son las
manifestaciones sonoras en los objetos, aunque para ser más precisos, las
manifestaciones de los objetos se presentaban en forma sinestésica, es decir en
forma de una mezcla sensorial. Aquí, conviene aclarar que después de cada
ensayo permanecíamos escuchando las grabaciones recién obtenidas y discurriendo
acerca de la experiencia recién transitada. Y algo que siempre nos ocurría
dentro de este triángulo de poder era que, al estar generando sonidos, allá a
lo lejos, alguno de nosotros- era indistinto- percibía que se aproximaba un
estímulo sonoro que no estaba
ejecutando nadie de nosotros, ¡era sorprendente! , cuando eso ocurría,
alguien, dentro del triángulo comenzaba a ejecutarlo deliberadamente.
Esas percepciones, eran en
realidad una sinestesia, o sea un estímulo primario, sin etiqueta de sonido
propiamente dicho. Una percepción mezclada; era como “ ver el sonido”, “oler un
color”, “tocar con la piel el sonido” o “degustar el sonido”, etc., así
extraíamos los sonidos.
Los objetos seguían hablando.
Hilozoízmo ha sido esa
manifestación cósmica excepcional a través de la improvisación libre.
Para estas alturas de la banda,
de este triángulo, estábamos inmersos en una práctica de meditaciones sonoras,
una ejecución mesmérica, un trance en el cual viajábamos entretejiéndonos con
el sonido.
Gran parte de los ensayos fueron
grabados. Padecíamos de la escasez pues necesitábamos de varios cassettes para
aspirar a grabar todo en absoluto. No sabemos de dónde salieron las cintas para
grabar, en verdad era un esfuerzo conjunto para conseguir esta materia prima de
registro de cada ensayo.
Además, muchas veces la grabación
terminaba y quedaron sin tenerse registro de momentos mágicos, increíbles,
donde aparecían espectros sonoros que no eran ejecutados por nadie del grupo.
Hubo fenómenos de psicofonías, de lo
cual no quedaron constancia en las grabaciones.
Las historias van corriendo en
paralelo y mientras ocurrían las experiencias hilozóicas, Arturo había hecho
gran amistad y concordancias sonoras con José Álvarez, Mucho tuvo que ver que
ellos permanecieron en el colegio, en tanto Víctor y Miguel jalaron a nuevas
aventuras académicas. En ese tiempo de concurrencia, Romo y Álvarez hacían de
las suyas hurgando sonidos y escarbando en la basura de desechos metálicos y
demás.
Arturo anunció al resto de
Hilozoizmo su gran descubrimiento en torno a los alcances de Pepe, y lo propuso
como un integrante de la agrupación. Fue admitido en la fraternidad, por
unanimidad y alegría.
Así, la geometría sagrada se
modificó nuevamente, y el triángulo pasó a ser un cuadrado, enriqueciendo el
sonido y concepto del grupo. La nueva figura geométrica ganó enormidades con
esa gigantesca voz e ingenio de José.
El nombre de Hilozoizmo
prevaleció.
En algún momento Álvarez propuso
a Arturo un nombre para presentaciones o proyectos entre ellos, el nombre
elegido es el que ya conocen: Oxomaxoma, con esa búsqueda del significado
perdido y las alusiones oníricas que refiere el propio José Álvarez.
Los proyectos de Hilozoizmo y Oxomaxoma
coexistieron imbricados hasta que, en algún momento, se decidió que el cuadrado
mágico se llamaría en definitiva Oxomaxoma.
Hablando tan sólo de los albores
de ambas agrupaciones se debe escribir con letras de oro las colaboraciones y
aportaciones que hicieron Arturo Meza, Juan W. Cruz, Marcos Miranda, por citar estos
años iniciales.
Miguel y Víctor permanecieron en Oxomaxoma
hasta el año de 1990, cumpliendo en la agrupación un total de 15 años.
El cuadrado se convirtió en otras
geometrías diferentes hasta hoy día.
Excelente escrito, muchas gracias por compartirlo.
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