sábado, 11 de julio de 2020

miércoles, 1 de julio de 2020

Miguel A Pérez Becerra.


HILOZOIZMO, LAS EXPRESIONES DEL ALMA CÓSMICA.
Éramos como niños jugando con piedras, pedazos de madera y objetos de metal y plástico. Nos maravillábamos con los sonidos que producíamos. Éramos incansables.
Pese a nuestra corta edad, entre 15 y 16 años, ya escuchábamos mucha música de rock; el elemental, el progresivo, cosas de jazz rock y música contemporánea diversa.
Programas de la  radio, algunos Lp´s asequibles en la época, revistas musicales locales especializadas que devorábamos con fruición, algunos ídolos – escaso el panorama pero suficiente- del escenario de rock mexicano. Todo ello constituyó el caldo de cultivo para ese magma que bullía en nuestras cabezas.
Creemos que no hay coincidencias y, así,  nuestras historias de niños, ahora adolescentes, convergieron en un solo punto, en el Colegio de Bachilleres, allá al norte de la Ciudad de México.  
Era el año de 1976, y bastaron pocas charlas para que Arturo Romo, Miguel Ángel Pérez y Víctor Gómez,  formularan pasar del punto de coincidencia a una geometría de mayor energía: se creó un triángulo, una agrupación.
Tal vez el ensoñarnos en una banda de rock fue lo que propició que nos reuniéramos a ensayar muchas horas cada semana, las luces se apagaban en el escenario y el rito comenzaba ante una audiencia invisible. El arsenal de objetos fue creciendo, y hacíamos gala de todo tipo de recursos para generar sonidos. El sonido era ya una obsesión.  
En algún momento ocurrió un hecho sorprendente; los sonidos y ruidos diversos que generábamos enmudecieron y lo que ocurrió a continuación nos conmocionó…el silencio se prolongó, se prolongó y finalmente algo sucedió: ¡la piedra habló! ; enseguida, como si todos los objetos, percutidos, soplados o frotados cobraron vida y  comenzaron a hablar, ¡ todos ellos se manifestaron!, ¡realmente estábamos asombrados!.
Por esas fechas, como una revelación, en las clases de Filosofía del colegio, Miguel quedó fascinado con un tema, el del Hilozoísmo, esa escuela de pensamiento de los antiguos filósofos que afirman que todo lo que nos rodea, tiene vida propia; las piedras, las montañas, el bosque, la madera, el viento, etc.
El Alma Cósmica se encuentra presente en todo y en el todo; es el ánima que penetra en cada cosa y le otorga vida. Cuando fue expuesto este concepto a Arturo y Víctor no se dudó en tomarse como nombre de la agrupación pues a final de cuentas, a estas alturas ya estábamos imbuidos en estos objetos vivientes. Hilozoizmo, escrito así con una segunda Z, con un cambio ortográfico deliberado. Había nacido una identidad para nuestra expresión sonora.
Es de recordarse que siempre nos encontrábamos explorando nuevos sonidos, y en ellos encontrábamos la voz viviente del objeto frotado, vibrado, soplado. Nos hacíamos uno con el objeto accionado. El laboratorio alquímico generalmente era la casa de Arturo, por lo cual siempre hurgaba en la alacena, cocina, o habitaciones de su familia, para encontrar algo como recurso sonoro. Con cariño recordamos a Doña Asunción, madre de Arturo, con toda su paciencia, comprensión y facilidades otorgadas; baste recordar que disponíamos de ollas y trastes para ser utilizados, o, también en  el arrastre de sillas. Apreciamos enormemente la tolerancia y dulzura de la señora.
Es difícil precisar inclinaciones, pero en esas épocas Víctor siempre mostró predilección por los alientos; cornetitas, silbatos, globos, etc. En tanto, Arturo gustaba de frotar plásticos, superficies, láminas, etc., y  Miguel optaba por percutir cajas de cartón, envases de plástico y fierros diversos. El tiempo nos hizo diversificarnos.
Los objetos seguían hablando.
En un principio, y por una corta temporada, Marino Pérez el hermano de Miguel, participó como especie de ingeniero de sonido utilizando dos o tres grabadoras de cassette para realizar overdubs, generar ecos, etc. De hecho existe un proyecto audiovisual llamado Viaje a la Humanidad, realizado con fines académicos pero que, a la postre resultó ser una obra del grupo. En dicho trabajo, la colaboración de Marino fue determinante. Ese trabajo escolar, pese a ser para una acreditación de Miguel, resultó ser rubricada por Hilozoizmo.
Hubo saltos cuánticos en este proceso como cuando Víctor llevó un radio de onda corta a los ensayos, era impresionante lo que se logró con ello. Tiempo después Arturo logró un descubrimiento maravilloso colocando un televisor portátil junto al radio de onda corta, generando una interferencia sonora increíble. Era impresionante ya para estas alturas, la mezcla de sonidos acústicos con estos elementos eléctricos.
Nuestras voces, guturizaciones primigenias también fueron un agregado sobresaliente.
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Hilozoizmo son las manifestaciones sonoras en los objetos, aunque para ser más precisos, las manifestaciones de los objetos se presentaban en forma sinestésica, es decir en forma de una mezcla sensorial. Aquí, conviene aclarar que después de cada ensayo permanecíamos escuchando las grabaciones recién obtenidas y discurriendo acerca de la experiencia recién transitada. Y algo que siempre nos ocurría dentro de este triángulo de poder era que, al estar generando sonidos, allá a lo lejos, alguno de nosotros- era indistinto- percibía que se aproximaba un estímulo sonoro que no estaba ejecutando nadie de nosotros, ¡era sorprendente! , cuando eso ocurría, alguien, dentro del triángulo comenzaba a ejecutarlo deliberadamente.
Esas percepciones, eran en realidad una sinestesia, o sea un estímulo primario, sin etiqueta de sonido propiamente dicho. Una percepción mezclada; era como “ ver el sonido”, “oler un color”, “tocar con la piel el sonido” o “degustar el sonido”, etc., así extraíamos los sonidos.
Los objetos seguían hablando.
Hilozoízmo ha sido esa manifestación cósmica excepcional a través de la improvisación libre.
Para estas alturas de la banda, de este triángulo, estábamos inmersos en una práctica de meditaciones sonoras, una ejecución mesmérica, un trance en el cual viajábamos entretejiéndonos con el sonido.
Gran parte de los ensayos fueron grabados. Padecíamos de la escasez pues necesitábamos de varios cassettes para aspirar a grabar todo en absoluto. No sabemos de dónde salieron las cintas para grabar, en verdad era un esfuerzo conjunto para conseguir esta materia prima de registro de cada ensayo.
Además, muchas veces la grabación terminaba y quedaron sin tenerse registro de momentos mágicos, increíbles, donde aparecían espectros sonoros que no eran ejecutados por nadie del grupo. Hubo fenómenos de psicofonías,  de lo cual no quedaron constancia en las grabaciones.
Las historias van corriendo en paralelo y mientras ocurrían las experiencias hilozóicas, Arturo había hecho gran amistad y concordancias sonoras con José Álvarez, Mucho tuvo que ver que ellos permanecieron en el colegio, en tanto Víctor y Miguel jalaron a nuevas aventuras académicas. En ese tiempo de concurrencia, Romo y Álvarez hacían de las suyas hurgando sonidos y escarbando en la basura de desechos metálicos y demás.
Arturo anunció al resto de Hilozoizmo su gran descubrimiento en torno a los alcances de Pepe, y lo propuso como un integrante de la agrupación. Fue admitido en la fraternidad, por unanimidad y alegría.
Así, la geometría sagrada se modificó nuevamente, y el triángulo pasó a ser un cuadrado, enriqueciendo el sonido y concepto del grupo. La nueva figura geométrica ganó enormidades con esa gigantesca voz e ingenio de José.
El nombre de Hilozoizmo prevaleció.
En algún momento Álvarez propuso a Arturo un nombre para presentaciones o proyectos entre ellos, el nombre elegido es el que ya conocen: Oxomaxoma, con esa búsqueda del significado perdido y las alusiones oníricas que refiere el propio José Álvarez.
Los proyectos de Hilozoizmo y Oxomaxoma coexistieron imbricados hasta que, en algún momento, se decidió que el cuadrado mágico se llamaría en definitiva Oxomaxoma.
Hablando tan sólo de los albores de ambas agrupaciones se debe escribir con letras de oro las colaboraciones y aportaciones que hicieron Arturo Meza, Juan W. Cruz, Marcos Miranda, por citar estos años iniciales.
Miguel y Víctor permanecieron en Oxomaxoma hasta el año de 1990, cumpliendo en la agrupación un total de 15 años.
El cuadrado se convirtió en otras geometrías diferentes hasta hoy día.
El resto es una historia que ya ha habido la oportunidad de ser narrada.



Miguel A. Pérez Becerra.

José Álvarez,Arturo Romo,Víctor Gómez y Miguel A. Pérez Becerra.



lunes, 15 de junio de 2020

jueves, 27 de diciembre de 2018

Que suerte que tenemos la poética del Rock y su fuerza que todo lo puede

Recordando Avándaro 47 años después Graciela Iturbide

Poeta Raùl Zurita Canessa - Casa del Lago Juan Josè Arreola UNAM.

Laurie Anderson - Centro Cultural Universitario,Mèxico,2016.
Patti Smith -Casa del Lago Juan Josè Arreola UNAM, Mèxico 2017.
David J. -Teatro Metropòlitan.
Irmin Schmidt-Fonoteca Nacional de México.
Erik Friedlander-Casa del Lago Juan Josè Arreola UNAM,2018.
Michael Rother-Goethe-Institut Mexiko.2017.
Anne Waldman -Casa del Lago Juan Josè Arreola UNAM,2017.
Hidrogenesse-Casa Del Lago Juan Josè Arreola UNAM.